Gracias a su estructura amorfa, la contracción térmica de este material es muy inferior a la del PLA 850, PLA870 y PLA estándar, reduciendo significativamente los posibles fallos de impresión por deformaciones de la pieza (efecto warping). Por otro lado, esta estructura menos cristalina permite imprimir piezas de manera satisfactoria a bajas temperaturas (190- 200º C), aumentar el flujo en un porcentaje superior al 10% y aumentar la adhesión entre las capas.